Los responsables de Ironhack consideran que están cambiando la educación en muchos aspectos. Pretenden ser muy transparentes y ofrecer otra oportunidad a todos aquellos que les han conocido por alguna vía (normalmente en medios digitales). Katade ha hablado con Gonzalo Manrique, uno de los organizadores de esta suerte de “academia” de la programación que atrae a interesados de múltiples sectores. Explica que este proyecto es como una escuela tradicional pero evolucionada y con mucho peso en la comunidad.
Por eso, de forma habitual, esta institución organiza todo tipo de eventos gratuitos, aunque también cuenta con cursos de pago. “Queremos enseñar quiénes somos y qué hacemos”, explica Manrique al hablar de los encuentros de puertas abiertas. Explica que, precisamente por eso, la organización recurre a meetups y workshops de introducción al desarrollo en los que participan profesores o profesionales del sector. Uno de ellos tendrá lugar el próximo 8 de septiembre con el título ‘OpenHouse Madrid & Intro to Code’ y será, como casi todos, una jornada de introducción. Más allá de esto, también organizan las tradicionales ‘bootcamps’ de las que, según el experto, Ironhack es pionero en España.
Su labor es casi de evangelización, pues un grupo de profesionales hace que la gente entienda que, aunque se trata de un ámbito complejo, se puede empezar. “En parte, nuestra misión es hacer que toda la gente posible se introduzca en este mundo“, dice el experto.
Sus espacios, como es usual, permiten que los asistentes hablen, pregunten cualquier tipo de duda y conozcan a exalumnos. “Siempre es importante escuchar en primera persona la experiencia de otros”, añade este profesional. Los meetups son el momento perfecto para tener un primer contacto con el mundo del desarrollo y decidir seguir profundizando en él o abandonarlo. Después, los interesados pueden inscribirse en algún curso a modo de postgrado con el que conseguirán -en muchos casos– un buen trabajo en una interesante compañía del sector. La edad media de los inscritos está en torno a los 25 años.
Eso sí, la formación se centra en programación web, puesto que aprender a desarrollar apps es más complejo y requeriría mayor tiempo. “El objetivo es enseñar a gente que no tiene ni idea de programación. Queremos reconvertirlos. Esa es nuestra razón de ser”, sentencia.
La empleabilidad, un factor clave en Ironhack
Los meetups no tienen fijadas fechas exactas ni periodos, aunque siempre intentan hacer uno cada semana. Como tienen sedes en Madrid, Barcelona y Miami, ahora buscan crear la mayor comunidad posible, atraer a profesionales que estén haciendo cosas interesantes (tanto de programación como de startups) y compartir el conocimiento. Mientras tanto, los cursos suelen ser de ocho semanas con un mes previo online, dos intensivos y presenciales y una semana adicional para conseguir trabajo a los alumnos. “Con eso los participantes ya salen totalmente preparados para encontrar trabajo y lo consiguen en lugares destacados. Tenemos claro desde hace tiempo que esto funciona estupendamente”, agrega.
“Nosotros nos basamos fundamentalmente en la empleabilidad y en tener buenos programas. Ese es nuestro pilar”, explica Manrique. En Ironhack consideran que encontrar un buen empleo debería ser el objetivo de cualquier persona que estudiara. “Sin embargo, algunas instituciones tradicionales han perdido un poco el norte en este sentido”, opina. Este centro está en contacto directo con empresas de tecnología y conoce de primera mano sus necesidades (en cuanto a vacantes). También está completamente actualizado, sabe cómo se están desarrollando las nuevas tecnologías y cuáles son sus necesidades formativas. Por esa razón, quienes acuden a su llamada, reciben los conocimientos más actuales.
Sin embargo, los cursos de esta comunidad -a veces online, a veces presenciales – no son para cualquiera: están enfocados en quienes se inician, en quienes no tienen ningún tipo de conexión con el desarrollo. De hecho, el público objetivo es cualquiera -independientemente del background que tenga- que quiera reconvertirse, ser programador y trabajar como tal. “Hemos tenido desde gente que ha estudiado arquitectura, a fotógrafos, ingenieros de caminos o abogados”, explica Manrique. “A nosotros nos motiva mucho evitar que la gente esté cuatro años haciendo un grado, así como conseguir que encuentren trabajo”, confiesa el experto.
Pero, ¿todo el mundo puede ser programador? “Te sorprendería”, asegura Manrique. Añade que no depende tanto de la carrera sino de cómo tenga estructurada alguien su cabeza. En Ironhack se mide especialmente la capacidad de aprender, la rapidez y la motivación. Si ven que aprendes rápido da igual que no tengas base o que hayas dejado las ciencias a los 15 años. De hecho, cuentan con casos de ingenieros que logran peores resultados que los alumnos de letras. “Si bien es cierto que no es para todo el mundo, es para mucha más gente de la que pensamos”, reconoce el desarrollador.
La información del organizador de Ironhack no se queda solo en opiniones ni confesiones, también tiene datos. Aproximadamente un 70% de quienes asisten a los eventos o estudian con la organización son personas que quieren cambiar de carrera y encontrar algo seguro. La tasa de empleo entre ellos es del 95%, a los tres meses de la graduación.
¿Que por qué debería alguien asistir a uno de los meetups de Ironhack? Manrique dice que, primero, la curiosidad es importante. Segundo, “en un mundo cada vez más digital, quien no sepa programar será como si alguien va a Inglaterra y no sabe inglés“, determina. Por probar, que no quede. La formación es rápida y el futuro laboral casi asegurado. Proyectos como Cabify, Pompeii o Badi app son algunos de los últimos en contratar el talento salido de Ironhack.